Pueblos originarios y fundaciones españolas en México
Una aproximación a dos repúblicas en una sola nación
Las ciudades y los pueblos se transforman continuamente. Sin embargo, a partir del presente siglo estas transformaciones se aceleraron, generando procesos urbanos que no siempre han sido favorables para la población residente. Muchas de estas han provocado el deterioro espacial y social de viejas comunidades que luchan por preservar su cultura ante fenómenos de aparente renovación, pero que llevan a la gentrificación y alienación de los viejos barrios de la ciudad, que muchas veces tienen su origen en los pueblos que inicialmente se asentaron en el territorio mexicano desde antes de la colonización española.
Por otra parte, existen ciudades que se fundaron con la llegada de los españoles y que se han convertido en “pueblos mágicos” por sus valor simbólico, patrimonial y paisajístico, entre otros, pero que de la misma forma se han extendido, perdiéndo carácter e identidad en sus zonas de crecimiento.
Este libro analiza algunos de estos pueblos originarios: Santa Cruz Meyehualco, Peñón de los Baños, San Miguel Ajusco, Santo Tomás Ajusco y Santa María Nonoalco, así como también el pueblo mágico Taxco de Alarcón y el Convento de Huejotzingo, ubicado en el pueblo mágico del mismo nombre.