Por un nuevo espíritu científico para la universidad postmoderna
El “Nuevo orden” del empirismo y la “Lógica inductiva” de una ciencia pragmática, reduccionista, mecanicista y fragmentaria hoy predominante —que con el tiempo incluso se volvió ecocida—, al igual que la exclusión del ser humano en el acto del conocimiento y la negación de la probabilidad como criterio de verdad, no alcanzan ya para explicar la incertidumbre y el caos que habita también la compleja Realidad en la que hoy la humanidad se desenvuelve, cuatro siglos después del Novum Organum propuesto por Bacon (1620), y del Discurso del método formulado por Descartes (1637). Estos hechos, aunados a las insospechadas aportaciones epistémicas derivadas de los descubrimientos de los pioneros de la Mecánica Cuántica —que condujeron luego a la “Visión compleja del mundo”, a la “Lógica del tercero incluido” y a la “Metodología de la transdisciplinariedad”—, plantean hoy la necesidad de un nuevo Espíritu Científico para una Ciencia nueva, y también para una renovada Educación Superior, que se vea reflejada en una forma realmente diferente de concebir y operar el currículum de nuestras Casas de estudio, en el marco de una profunda Reforma Universitaria orientada a la gran transformación de la “Matriz epistémica” del pensamiento propio de la cultura de la modernidad, todo esto como condición necesaria para avanzar hacia un Modelo de Universidad Postmoderna.