Reseña

En el 1538 la orden de San Agustín arribó a Michoacán para apoyar en la evangelización del territorio que era atendido por los Franciscanos. Ese mismo año se asentaron en Tiripetío, desde donde iniciaron su penetración en la Tierra Caliente y después se extendieron a otros territorios michoacanos. En 1555 Fray Juan de Utrera llegó al pueblo de Ucareo, un antiguo e importante centro en el mundo prehispánico. En ese lugar Utrera edificó un convento con una técnica similar a la que se aplicó en la construcción del Escorial en España. La jurisdicción del convento abarcó varias comunidades indígenas de la región conformándose de esta manera la Doctrina de San Agustín Ucareo con cabecera en dicho pueblo. ¿Cómo transcurrió la vida en la nueva doctrina? ¿Qué papel jugaron los agustinos en la organización social de los indígenas? ¿Cómo sobrevivieron los agustinos? Descubre la respuesta a estas y otras preguntas sumergiéndote en las páginas de este libro que te llevarán a dar un recorrido por la historia colonial de Ucareo, pueblo que además fue el lugar en el que los agustinos acordaron el nacimiento de la Provincia de San Nicolás Tolentino de Michoacán en 1603.
La doctrina de San Agustín Ucareo es una obra que se enmarca en el terreno de la historia regional con la que el autor, egresado de la Escuela de Historia de la Universidad Michoacana, reconstruye esa memoria histórica para que sea conocida tanto por sus pobladores como por todos aquellos interesados en la Historia y evitar así que caiga en el olvido.