Reseña

Eros el dios griego ha nacido del Caos inicial y con él nació Gea la Tierra y Tártaro el Inframundo. Cada mañana después de tórridas noches los amantes se despiertan con la nostalgia del placer pasado. Sin palabras y aún entrelazados se contemplan. En la antigua concepción Eros hace frente a la Muerte. Eros, fuente de la vida, perpetua el eterno movimiento de la existencia. Eros contra Tánatos. El amor contra la muerte. Frente a la angustia del deberse separar los amantes en silencio se interrogan ¿Podremos aún amar? Este libro es así una huella del placer vivido, una marca en la piel, una provocación al amor, una incitación, una blasfemia, un elogio del cuerpo, de la carne y de su desnudez, un ensayo fotográfico construido a partir de fragmentos de la escultura griega clásica que se encuentra en el Museo del Louvre. Este ensayo fragmentario muestra a la obra, y a los espectadores que la observan, senderos hasta entonces por ellos desconocidos. Sin embargo siempre han estado ahí. Senderos dulces y salvajes, de sombra y de luz que nos transportan al elixir de Eros.

J.C