Reseña

El Sotavento veracruzano o, lo que es lo mismo, lo jarocho, por ejemplo, es una región que se observa y se describe a sí misma. En su cometido, negocia con la sociedad mundial e ignora las líneas imaginarias trazadas por el derecho, pues puede abarcar poblaciones de Oaxaca y quizá de otros estados.
Los límites del Sotavento veracruzano son aquellos que dejan dentro la Candelaria, el fandango, la jarana, los trajes de jarocha y de jarocho, los soneros, las picadas, el café lechero, las mecedoras, los arcos tlacotalpeños, las mentadas que recuerdan el diez de mayo, en fin, lo jarocho. Ahora bien, si se quiere que tales límites permanezcan, hay que mantener vivo lo que dejan dentro. Para tal efecto, luchó con fervor don Guillermo Cházaro Lagos (1919-2010), don Guillo o también el Diablo, quien, según el Sistema de Información Cultural, reconoce haber encarnado “al trovero de la llanura sotaventina, al decimista con raíz y olor a campo, soñador e imaginativamente aventurero, marinero de su río Papaloapan y vaquero de su llanura”.
Don Guillo fue objeto de múltiples distinciones. En 1977, llegó a ser el primer mexicano en recibir la medalla El Cucalambé de parte de la Casa Iberoamericana de la Décima de Las Tunas, Cuba; en 1997 y en 1998, respectivamente, el gobierno del estado de Veracruz y el Instituto Veracruzano de la Cultura reconocieron su labor como promotor y poeta; en 2004, el gobierno del estado de Veracruz instituyó la medalla Guillermo Cházaro Lagos, otorgada a decimistas con gran trayectoria; en 2006, la organización Que siga el fandango llevó a cabo la primera edición del Festival de la Décima Guillermo Cházaro Lagos; a partir de la fecha de su muerte, 18 de marzo de 2010, su pueblo natal recibió el nombre de Corral Nuevo de Guillermo Cházaro Lagos, Veracruz (12.° Festival de la Décima Guillermo Cházaro Lagos ¡Que siga el fandango!, 2019).
El presente texto se propone dar una visión general del ejercicio poético conocido como décima, enfocándose particularmente en la décima octosílaba denominada espinela, que es una de las formas de versificación más difundidas dentro del territorio iberoamericano y que, a diferencia de otras estructuras poéticas traídas de Europa, se ha conservado con mayor fuerza dentro del ámbito rural, al margen del mundo académico que suele ser el depositario tradicionalmente aceptado de la poesía.
Además de hablar de su historia y forma de construcción, veremos el proceso mediante el cual ésta sale poco a poco de las comunidades rurales como parte de una preocupación por el rescate folklórico y se circunscribe a los espacios urbanos, llevándose consigo referentes de la cultura rural en versos tradicionales que nos han legado grandes cultivadores de este arte, al tiempo que se empapa de los temas y formas narrativas propias de los escritores citadinos.
Otro punto a tratar con relación a este asunto es el cambio de vehículo expresivo, el abandono de la oralidad que caracteriza ciertas manifestaciones de la décima, como el repentismo, por el recurso de la escritura, uno de sus vehículos originales, que si de alguna manera le da perpetuidad a la obra de forma más fehaciente que la memoria, le quita esa cualidad de poder encadenar en el momento el contexto con el contenido de los versos, despegándola así de su función juglaresca, como narración activa y simultanea de los hechos ocurrentes.
Sería imposible hacer del presente documento un tratado completo sobre la historia, función social y valores estéticos que están encerrados en el casi medio milenio que tiene ya esta forma de hacer poesía. Acaso sea la función del siguiente texto crear una perspectiva más amplia, tanto temática como simbólica, en las personas que gustan de este arte poético y servir como un ejemplo de lo que significa llevar a diferentes campos creativos las propuestas que se perpetúan en los círculos menos polutos por los medios masivos de comunicación, pues es en ellos donde la espontaneidad y la tradición se ven plenamente conjugados para dar lugar a un arte capaz de reconfigurarse con savia fresca en la sensibilidad de cada nueva generación.