El simulador
Estas hojas son la frontera de lo que se piensa, son el límite tangible con la obscuridad absoluta, más allá de ello, el vacío. Este es el universo dado, miles de folios, litros de tinta para mostrar una identidad oculta, simulada, aparente, fingida del alma encarnada y sus pensamientos. Todos ellos sobre la soledad, la falta de libertad y la ignorancia, la vaciedad y el sin sentido de la vida, acatada y forzada. El alma muestra y padece el sesgo torcido y repetitivo de ciclos, rizos y bucles en círculos consecutivos e iguales, en espirales interminables de giros en redondo sobre una bola o globo que circunvala y rota más por casualidad que por propósito. Se pasma, se harta, se aburre a perpetuidad, dejando su testimonio de estos límites inatacables, en albas hojas.