Reseña

En este fascinante trabajo, Morton Schatzman pretende desentrañar la idea de “asesinato del alma” a través del caso del juez Schreber, ya muy famoso en el campo de la psicología, y cuya lucha interna se entrelaza con la figura de un padre autoritario y reverenciado en el siglo XIX: un pedagogo alemán conocido por su rigurosa disciplina y que utilizó técnicas muy severas (que incluían baños fríos, correas y arneses) para reprimir todos los instintos naturales. El resultado fue un niño que se convertiría luego en el paradigma de la paranoia y cuyas memorias, escritas en medio de crisis psicológicas, se han transformado en una fuente fundamental para el estudio de las enfermedades mentales.
Schatzman se adentra en las Memorias de Schreber, donde el juez busca culpables en un laberinto de dolor y confusión, pero nunca se atreve a cuestionar al verdadero artífice de su sufrimiento. A través de un análisis conjunto de las escrituras de padre e hijo, se revela cómo ese sistema parental autoritario contribuyó no solo a la desdicha de Schreber, sino también a la creación de individuos que perpetuarían ideologías opresivas como el nazismo.
Este clásico de la psicología plantea entonces interrogantes cruciales: ¿dónde se traza la línea entre la disciplina y la tortura? ¿Qué efectos perdurables tienen los métodos educativos en la salud mental? Más allá de un estudio individual, Schatzman ilumina el impacto del entorno familiar y social en el desarrollo de ciertos trastornos mentales.
El asesinato del alma es una lectura indispensable para quienes buscan desentrañar las complejas dinámicas entre educación, poder y salud mental. El libro ofrece no sólo una profunda reflexión sobre la condición humana, sino que proporciona valiosas herramientas para cuestionar y transformar nuestra comprensión de la educación y sus repercusiones.