Una reforma laboral con zapatos viejos
Una reforma laboral con zapatos viejos es una reseña construida con retazos atrapados en el tiempo sobre los cambios inesperados al artículo 123 Constitucional hechos el 24 de febrero de 2017, cuando introdujeron casi a escondidas el voto secreto, y presumieron juzgados laborales de piso brillante, adornados de manera elegante, con jueces de toga y birrete prometiendo, ahora sí, justicia pronta y expedita.
Una reforma que mandó por la borda a las Juntas de Conciliación y Arbitraje dejándolas con más de un millón de casos, con poco personal y angustias obreras, como si fueran lanzadas al fondo de un pantano. Cientos de miles de trabajadores olvidados por los gobiernos en turno.
Como si fuera un monstruo de tres cabezas llegó caminando lentamente, empujado por esa reforma laboral, un organismo gubernamental gigante para controlar y santificar registros, nombramientos de directivas sindicales, y validar contratos colectivos. Con poderes extraordinarios, condiciona el acceso a los juzgados laborales con presentarse a una conciliación cuestionada por su costo y eficacia.
El Dr. Manuel Fuentes destaca los avances de la reforma laboral, pero también los enormes retrocesos que tiene, como si fueran los andares de un cangrejo que obstaculizan el acceso a la sindicación y contratación colectiva que padece la inmensa mayoría de trabajadores de nuestro país.