Y caminó sobre la piel del sueño
Aliria tiene el corazón en la palma de su mano. Y sus manos son lágrimas, noche y entrega. Bajo el signo de los peces su obra poética está rodeada de movimiento. Los poemas no se rigen bajo los signos de puntuación, no es la coma la que marca la pausa sino el ritmo del poema; un ritmo espacial que provoca un sutil juego de blancos.