La paz del corazón
Los místicos, constructores de paz
Sólo una auténtica actitud evangélica puede fomentar la verdadera paz. Sólo el amor al enemigo puede llegar un día a acabar con todo germen de injusticia. Sólo del corazón del hombre que vive en paz consigo mismo puede nacer la verdadera paz. No como ausencia de guerra, sino como superación de toda barrera, de toda injusticia, de toda indiferencia frente al otro.
Verdaderos maestros de la Paz de todos los tiempos han sido los místicos, hombres y mujeres de una auténtica experiencia de Dios, que han descubierto la paz del corazón.