Más de siete vidas
Más de siete vidas forma parte de una tradición vigorosa que recomiendo no perder de vista: la de las mujeres que escriben con inteligencia y sin tapujos sobre sus infiernos más íntimos. Para sentir su arrebato en carne propia, hay que leerlo de corrido y con disposición al asombro y la solidaridad. Lo digo con cariño y también con entusiasmo: este libro deja huella, este libro duele, este libro acompaña. Todo al mismo tiempo y sin contradicción.