Transiciones al Modelo Educativo de la Nueva Escuela Mexicana:
Reflexiones, realidades y desafíos
La inquietud de comprender los sentidos de la Nueva Escuela Mexicana (NEM) como un asunto común, desde adentro y desde afuera, esto es, de los planteles con tradición en la formación de profesoras y profesores y los programas universitarios en educación y desarrollo profesional docente, se concretaron en proyectos de colaboración académica
previos a esta obra editorial que rebasaron los muros del salón de exdirectores. La colaboración conjunta se extendió a instancias gubernamentales y asociaciones de la sociedad civil para abordar la relevancia de la educación en diversidad sexual y la generación de conocimiento en investigación educativa e intervención pedagógica.
En este sentido, el acto de comprender la puesta en marcha de la NEM llevó a reconsiderar que ya existen publicaciones nacionales interinstitucionales que abarcan algunos planteamientos del marco curricular y del plan de estudios de 2022 y experiencias locales sobre su implementación general o por niveles educativos (básico o medio
superior), que abrieron la contextualización de la educación en México, su política, aspiraciones ideológicas, programas específicos y libros gratuitos para cada fase formativa del estudiantado mexicano de preescolar a media superior. No obstante, la problemática y complejidad del Modelo educativo de la NEM no se ha agotado. Impulsar una educación con justicia social e incidencia en el desarrollo nacional
permite entrar a los estudios pioneros de 2022, 2023 y 2024 sobre la NEM para ofrecer desde el plano de los procesos y las prácticas, que la ruta de la transformación es diversa, que implica reflexionar sobre los sentidos hegemónicos de las pautas de la política educativa transnacional y los sentidos alternativos de una vertiente humanista decolonial. Vertiente que encuentra que lo realmente preocupante en la actualidad es la naturalización de la desigualdad y la inequidad educativa. Por ello, el acto de decolonizar la educación, la escuela y a sus agentes (estudiantes, prácticas docentes, madres, padres de familia y tutores) se acompaña de reflexiones y prácticas críticas que, a la vez, es puente para reconocer que
es posible la configuración de una nueva gramática mexicana sobre lo educativo.