Reseña

Contra el juego policéntrico de la cultura y la política, no sólo en México sino en el mundo globalizado de hoy, ordenado por el dinero, la democracia, el mercado, la ciencia, la academia y la técnica, surge una obra de calidad excéntrica: El silencio de los dioses.
¿Desde dónde escribe El silencio de los dioses su autor, Luis Alberto Ayala Blanco? Ante todo, habría que afirmar que el libro es un tratado sobre lo irrepresentable, es decir, una apología de los mitos, en especial, de la antigüedad griega pero, también, de las deidades hindúes.
A través de una tematización seductora, que dibuja en parágrafos la alteridad radical de los dioses, y de allí la dinámica del mito y el logos, de lo dionisiaco, de los símbolos, etcétera, hasta conformar cinco capítulos que cuestionan a fondo los fundamentos de la ciencia, la locura, la violencia y el sacrificio, así como se devela el teatro del poder en su origen y sus expresiones contemporáneas, Luis Alberto Ayala Blanco consuma un libro excepcional respecto de las certezas convencionales en el medio intelectual mexicano.