La reinvención del cosmos:
la cúpula de Cristóbal de Villalpando en la catedral de Puebla
En medio de la polémica científica que se dispara en la Nueva España, entre Don Carlos de Sigüenza y Góngora y el jesuita Francisco Eusebio Kino, Cristóbal del Castillo ―miembro del cabildo de la catedral de Puebla― manda pintar a Cristóbal de Villalpando una cúpula barroca sobre el Altar de los Reyes. Esta obra sorprende por su complejidad iconográfica, pues en ella se superponen, meticulosamente articulados, siete temas iconográficos diferentes. Podríamos pensar a esta pintura como una partitura polifónica visual, donde cada una de las voces estaría proponiendo su propia concepción del cosmos, sumándose ingeniosamente a las restantes sin anularlas. Villalpando mediante este ingenioso diagrama cósmico monta una propuesta que supera, en el ámbito de la imaginación, todo lo anteriormente pensado y diseñado.
Es la aguerrida polémica científica, la que da luz, por un lado, a este original cosmograma, pero por otro también tenemos que pensarlo como un documento que se integra a la tradición de los poemas místicos occidentales.