Ballet para señoras
Archivo Accidente
Edición que incluye a la Ganadora y a la Mención Honorífica en la categoría de Ensayo. En “Ballet para señoritas señoras” una voz íntima y confesional confronta la experiencia de maternar en solitario y narra su día a día mientras aprende a bailar ballet en una pequeña academia de la ciudad de Guanajuato. A propósito de la creatividad lírica y el delirio de las mujeres que beben, este ensayo de no ficción escribe sobre cómo es reptar el cuerpo adicto. Con inteligente distancia emocional, esta obra acontece en tres actos: en el escenario aparecen otras voces y personajes con la finalidad de reflexionar sobre cuerpos adoctrinados, sensibilidades adultas, infantes y rotas. Un accidente es un suceso no planeado ni deseado que provoca un daño, lesión u otra incidencia negativa sobre un objeto o sujeto. Un accidente graba un hilo narrativo sobre la memoria del cuerpo. En Archivo Accidente, Roxana Cortés se cuestiona por qué fue atropellada a los 13 años y busca respuestas a la vulneración de su cuerpo a través de un ejercicio lúdico, lúcido y confesional. La autora toma elementos autorreferenciales para dialogar sobre su experiencia a través de la vida de personajes que padecieron accidentes de tránsito; desde algunos que sobrevivieron, como Frida Kahlo, hasta los que fallecieron como Albert Camus, Jackson Pollock y Hilma af Klint. Este ensayo está escrito en varias capas: la biográfica, la ficcional, la especulativa y la filosófica. Roxana parte del ejercicio de archivo —la revisión de fuentes, la ficcionalización de hechos históricos y elementos biográficos— para repensar en qué es un accidente, qué es el cuerpo vulnerado y cuál es el grado de ficción desde donde se recrea un evento traumático sucedido en la adolescencia. Este ensayo no sólo habla de un accidente sino que está escrito a manera de accidente. Se estructura en dos secciones: Archivo A (cuerpo neutral / cuerpo absurdo) y Archivo B (cuerpo vanguardista / cuerpo sobreviviente). Ambas son puntos de partida para generar accidentes de escritura. Son una especie de detonantes para abrir ideas que no necesitan agotarse ni llegar a una conclusión única. Ahí radica su ritmo ágil.