Recuerdos del mar
Cuatro cuentos fantásticos
Su vasta producción literaria, crítica, periodística e histórica lo colocó como una de las figuras más importantes de la época. Claude Dumas condensa las aportaciones del escritor campechano de la siguiente manera: […] Justo Sierra se ve cada vez más como uno de los ejemplos de lo que se ha llegado a llamar el polígrafo latinoamericano. Sus escritos se refieren a los temas más variados, de la política activa bajo todas sus formas —llegando incluso al reeleccionismo— a la economía, los problemas financieros —afrontados con coraje y dolor—, la educación nacional, en sus formas más ambiciosas —creación de la Universidad, Congreso Nacional de Instrucción Pública—, pero también en sus formas más concretas, más realistas, que lo llevan a preocuparse por la suerte miserable del maestro de escuela; la poesía, nunca totalmente ausente, aunque a veces se vea eclipsada por la vida, le proporciona también sus exaltaciones y sus refugios, y la literatura en general, en ocasiones en forma de crítica literaria —donde se ve más ortodoxo— muchas satisfacciones y también algunas espinas; finalmente, la historia, que es una de las actividades esenciales de este período de su vida, la historia que él enseña y que escribe en forma accesible para sus alumnos en síntesis inteligentes, con la huella de la concepción positivista —experimental— de la Historia de su maestro Taine.
En las páginas de estos relatos se percibe la temática marina, influida por el paisaje pintoresco de Campeche donde el autor nació y creció. Parece que estos recuerdos no lo abandonaron del todo al momento de tomar la pluma.