Reseña

El Concilio Vaticano I, celebrado entre el 8 de diciembre de 1869 y el 18 de julio de 1870, fue uno de los episodios centrales en la historia del catolicismo moderno. Convocado por el papa Pío IX en el contexto de la unificación italiana y las múltiples condenas pontificias contra los “errores modernos”, éste fue el primer concilio en el que los soberanos seculares no tuvieron representación alguna y también el más global hasta ese momento, pues reunió a 744 obispos de todo el mundo. Aunque opacado por el concilio del mismo nombre que se realizó casi un siglo más tarde, el Vaticano I tiene una enorme relevancia histórica porque marca el punto más álgido del choque entre la Iglesia y la modernidad ilustrada, y también porque dio una base doctrinal incontestable al proceso de “romanización” del catolicismo, caracterizado por el protagonismo inédito de la autoridad pontificia en el funcionamiento de toda la estructura eclesial.

Escrita en conmemoración del 150 aniversario de esta asamblea, la presente obra colectiva tiene un doble propósito. Por un lado, su objetivo principal es analizar la historia mexicana del Concilio Vaticano I, es decir, los distintos modos en que México fue partícipe y receptor del gran momento conciliar (y que no se limitan a las intervenciones de los prelados mexicanos en la Basílica de San Pedro). Por el otro, el libro busca ofrecer una nueva historia del catolicismo mexicano durante la República Restaurada, bajo la premisa de que las transformaciones del panorama religioso nacional deben leerse a la luz de la historia general de la Iglesia Católica. Aunque no pretende ser una historia global del Concilio propiamente dicha, esta obra intenta ampliar la mirada historiográfica para recuperar la perspectiva de los católicos mexicanos, poniéndolos por primera vez en el centro del análisis. De esta forma, rescata una serie de experiencias, apropiaciones y conflictos, tanto afines a los europeos como propios del país. Al hacerlo, ofrece también una lectura original de la adaptación del catolicismo mexicano al proceso de romanización y al orden liberal triunfante tras una década de guerra civil.