Reseña

“Para ver hay que cerrar los ojos”. ¿Ver qué? La verdad que se esconde en los abismos de nuestra interioridad.
Freud siempre fue acechado por los espectros de los poetas y filósofos románticos alemanes. Regresaba una y otra vez a autores como Goethe, Heine, Schiller, Schelling o Hölderlin.
En el psicoanálisis, como nos recuerda Thomas Mann, hay una dependencia con el Romanticismo alemán de la que no se puede librar, hay una relación llamativa que la crítica no ha tenido muy en cuenta. ¿Dónde leemos ese Romanticismo?, ¿dónde encontrar huellas románticas en Freud?
Filosofía y psicoanálisis, entretejidos, caminan juntos en este libro para poder crear nuevos pensamientos que respondan a problemáticas que encontramos hoy en día; psicoanálisis y filosofía, para seguir reflexionando qué es el hombre, qué es el mundo y qué pasa con ambos; una filosofía psicoanalítica o un psicoanálisis filosófico que puedan destruir y reconstruir discursos, interpretaciones, cosmovisiones e ideologías.