Islas a la deriva y otros poemas
El camino de Esther Seligson hacia la poesía viene de muy lejos. Desde su aparición en el medio literario con el libro de cuentos Tras la ventana un árbol (1969) y la novela corta Otros son los sueños (1973), la autora mexicana exhibía ya una prosa de espesor lírico que privilegiaba la intensidad y la concentración, atributos de una mirada que sabía posarse en lo fugaz para ir a la raíz de lo memorable. Por ese motivo, no fue extraño atestiguar la aparición de Seligson en el ámbito del verso con títulos como Rescoldos (2000) y Alba marina (2005). La vertiente intimista se alía con la exploración trascendente del orbe mítico para lanzar a la poesía a una misión deslumbrante de autoconocimiento: la de retratar “un canto entre mil auroras dando tumbos en la hoguera” de las emociones y la memoria.