Flores rojas...o la luna les habla a los grillos
En medio de una dura y severa realidad que mantiene a la deriva la vida de una comunidad, en especial el día a día de sus jóvenes, Citlalli, adolescente de temple precoz, intenta con eufemismos hacer soportable la pena de Luis, un niño cuya madre ha desaparecido en este escenario de trágica belleza, en el que sobresale la solidaridad de varios de sus personajes, pero también los cultivos de amapola y sus ominosos efectos, que en las últimas décadas han trastocado la paz en muchas regiones del país. Es así como, desde la dramaturgia, José Uriel García Solís aborda en Flores rojas… o La luna le habla a los grillos un tema difícil que ha dejado hondas cicatrices en nuestro tiempo: el cultivo de la adormidera en el feraz escenario de la Sierra Madre del Sur, en el estado de Guerrero