Memorias pedagógicas
Sin querer apoyar una postura romántica acerca de cómo ser un buen maestro, me atrevo a asegurar que el principal ingrediente, el elemento básico para llegar a ser un buen profesionista en general, son el interés, la responsabilidad, la empatía, el amor por nuestros semejantes y procurar por medios académicos, científicos y técnicos el mejoramiento de nuestra tarea en una búsqueda permanente.
La labor del maestro requiere, además, de actualizar continuamente los conocimientos de la o las asignaturas que se van a enseñar, el conocer el entorno en el que viven sus alumnos y las características de cada uno de ellos para que los conocimientos que los pupilos obtengan del trabajo en el aula no sean sólo para contestar y aprobar exámenes, sino para aprender a vivir mejor.