Reseña

Habitar el noreste mexicano nunca ha sido sencillo, y prueba de ello es que tan solo para fundar de manera
definitiva la ciudad de Monterrey se requirió de tres intentos. Adversidades de toda índole, como la aridez de la región, la lejanía respecto a otras ciudades importantes del país, inundaciones, sequías y luchas armadas son ejemplos que hacen pensar que nuestros antepasados sobrevivieron a una tierra indomable.
Ante los reveses y circunstancias prevaleció el desarrollo de un estado que es una demostración de prosperidad. Por ello, este libro celebra dos siglos de historia como un homenaje al trabajo y persistencia de nuestros ancestros por convertir esta tierra que tanto queremos en sinónimo de progreso. Estos 200 años son una expresión de soberanía y conmemoración del valor de superación para crear un futuro prometedor.