Un paseo hasta el fin del mundo
París, 1885: Aubry Tourvel, una niña mimada y testaruda de nueve años, encuentra una bola de rompecabezas hecha de madera cuando vuelve a casa de la escuela. La arroja por encima de una cerca, solo para encontrarla en su mochila esa misma tarde. Días después, en la mesa familiar, empieza a desangrarse.
Cuando el tratamiento médico solo empeora su situación, huye a las afueras de la ciudad, donde descubre que es el movimiento mismo lo que la mantiene con vida. Así comienza a escapar de su propia condición, en un viaje de por vida que no le permite quedarse en ningún lugar por más de unos días, ni regresar a un lugar donde ya ha estado.
Desde las dunas calientes del mar de arena Calanshio hasta las cumbres nevadas del Himalaya; desde un pozo sin fondo en un patio parisino, hasta los estantes de una biblioteca subterránea infinita, seguimos a Aubry a medida que aprende lo que se necesita para sobrevivir y, a la larga, vivir de verdad. Pero cuanto más deambula y más se desespera por compartir su vida con el resto, más claro queda que el mundo por el que viaja puede no ser precisamente el mismo que el de los demás…