Sandores de hoy
[nuevas conversaciones]
Una mujer médica me decía en una ocasión, que al abrazar la incertidumbre liberamos energía sanadora desde dentro de nuestras células y nos sanamos a nosotros mismos.
¿Es así con nuestro sistema inmune? Al lastimarnos el cuerpo o bien cuando una bacteria llega a nuestro sistema, en vez de huirle o de “hacer como que no pasó nada”, el sistema inmunológico, el tuyo y el mío, aun cuando esté herido o dañado, permite la salida de anticuerpos; es decir, una serie de procesos bioquímicos combaten, alivian, sanan y nos restauran.
En este sentido, confiar es sanar; es liberar esa sanación que está en nosotros. Una manera como los antiguos lo hacían era a través del relato. En muchas comunidades todavía se usa y yo suelo usarlo cuando hago talleres. Al final de un día de trabajo encendemos un fuego (fogata o velas) y nos sentamos en torno a ella; luego contamos cada una de nuestras historias mientras los demás escuchan con atención. Es así como sanamos los unos a los otros a través de nuestras narraciones.
Al leer las siguientes historias, recomiendo lo hagas así, involucrando tu conciencia en cada uno de esos relatos que no son una “historia curiosa” sino la posibilidad, en términos cuánticos, de ayudarte a sanar, de liberar en ti lectora, lector, esa energía sanadora radicada en tus células mientras confías, abrazas la incertidumbre y en el día a día, enfrentas esa dinámica de caos-orden, dejándola fluir en tu cuerpo, en tu mente, en tu espíritu.
Cada una son un relato de alguien que ha caminado en la enfermedad para encontrar la sanación; es experiencia humana, pero muchas de ellas desde la otra realidad o la “realidad aparte”, como diría el don Juan de Castaneda.