Reseña

En este libro, he querido profundizar en la relación entre la música y la política. Una relación evidente en la cual, ambas convergen entre sí; son acción política rompiendo el silencio dentro de la historia, con matices, en distintos ritmos, armónica y enarmónicamente. La política puede ser comparada con un acorde que va extendiendo su armonía a partir de determinadas notas en tensión, estas notas son los componentes de una estructura político-social.
La música nos habla de un orden social y además expresa los malestares que se encuentran en él. He investigado y estudiado a los sectores marginados y oprimidos, quienes reproducen su subjetividad artísticamente cada quien desde su lugar en la sociedad. Desde ahí, analizo en el arte una disputa por el reconocimiento en el discurso político musical que surge dentro de sus comunidades musicales, es decir, todos los que participan de la música, tanto los que la reproducen, como los que la reciben, la bailan, la cantan, etc.
Surge la pregunta, ¿por qué la música le preocupa tanto al poder? Pues si bien puede ser utilizada para legitimarlo, también suele volverse un discurso subversivo y de resistencia, siendo peligroso y perseguido por quienes pretenden mantener una estructura y un orden social establecido.