Reseña

En una novedosa incursión ensayística en el mundo de la política del Estado de Guanajuato, el autor, ex dirigente estudiantil universitario, periodista, dramaturgo y prolí co historiador, descorre el velo en torno a varios personajes que hasta ahora aparecían como productos únicamente de su esfuerzo individual y no asimismo de fuerzas externas e internas que promovieron sus respectivas carreras públicas.
A partir de gobernantes como Florencio Antillón y Joaquín
Obregón González, se recorre una línea de poder que abarca familias con pretensiones dinásticas como los Guerrero: Nicéforo Guerrero, su hijo Nicéforo Guerrero Mendoza y el medio hermano de éste, Euquerio Guerrero López, y nalmente Nicéforo Guerrero Reynoso, que interrumpieron sus trayectorias al advenimiento de otras combinaciones de intereses que dieron al traste con sus proyectos políticos.
En su momento, Eugenio Trueba Olivares fue el gran maestro o la inspiración de personajes que llegaron a descollar en la arena política; su carrera se muestra con idéntica gallardía y solvencia en lo académico, lo jurídico y lo cultural, pues incluso en momentos de crisis, él pudo salir airoso tras las diferencias que fracturaron las relaciones de la Federación y el gobierno del Estado, y mantener la conducción del Poder Judicial, con base en el bien ganado prestigio que unánimemente se le reconocía y que mantuvo hasta los últimos días de su fecunda y extensa existencia de 100 años, a lo largo de los cuales imprimió una huella positiva que hasta la actualidad nadie ha sido capaz de regatearle, por sobre las reti- cencias que pudo despertar entre ciertos círculos liberales su iusnaturalismo a ultranza, siendo aquí colocado por los expertos en un lugar de privilegio.