Memorias y transfiguraciones
En Memorias y transfiguraciones, Alaíde Foppa parte de un punto lejano en el tiempo para que esa “ella poética” transite en medio de los cambios de su ánimo y de sus sentimientos. Así se va conformando el retrato de una mujer llena de contradicciones. Una mujer siempre entre dos caminos, entre dos posibilidades. En un punto medio de lejanía entre la infancia perdida y el también perdido esplendor de la juventud. En un punto medio entre la presencia y la ausencia, entre la realidad y el sueño, entre el sueño y la memoria, entre soñar y despertar. Entre el amor visto de lejos y lo que realmente representa su cercanía. En un no lugar poético en el que el tiempo se convierte en una corriente violenta que pareciera golpear contra sus rodillas, que pareciera hablar de fugacidades y naufragios, de la desdicha del olvido, pero también de su dicha; del poder de lo efímero que se lleva lo hermoso, pero que finalmente termina también por arrastrar el dolor. Del arribo inminente a las costas de la vejez como a la antesala del final, pero también como un descanso; de la muerte como una pregunta, pero también, quizá, como un atisbo de luz, como una certeza, otra, la de que Sólo la ajena muerte / nos hiere para siempre.