Historia del pueblo mexicano
El cardenismo y las luchas obreras y campesinas
Durante la presidencia de Lázaro Cárdenas (1934 a 1940), el general puso el poder del gobierno al servicio de los intereses de los campesinos, indígenas y obreros, los cuales históricamente habían estado sometidos a los intereses de las minorías privilegiadas. El objetivo de esta política era doble: transformar las condiciones materiales de vida de esa mayoría y políticamente colocarla como centro
del proyecto nacional.
A raíz de este asesinato, Calles logró negociar la crisis al interior del gobierno y consiguió mantener el control del ejército y de los gobernadores. A partir de ese momento, se comportó como el “Jefe Máximo” de la vida política de México, logrando el control político mediante la creación del PNR en 1929.
El candidato Cárdenas presentó un proyecto de gobierno para 1934-1940 conocido como Plan Sexenal. La idea central de esa plataforma electoral —elaborada con el consentimiento de Calles y con la participación del PNR— era proseguir con las metas de la Revolución Mexicana: acabar con el latifundio llevando a cabo la reforma agraria; modernizar el campo donde vivía y trabajaba la mayoría de la población; impulsar la organización sindical de los trabajadores; que el Estado ejerciera mayor control sobre la explotación de los recursos naturales —tierras, aguas, petróleo y minería—; y poner en marcha un sistema de educación pública con orientación “racional” y “socialista”, entre otros puntos.