Aguaceros de paso
Poesía que suena a despedida, se siente una gran tristeza como de ángel caído, como de la nostalgia por la pérdida de un Paraíso del que ya no se acuerda. Poesía que está hermanada con la del Rubén Bonifaz Nuño de Fuego de pobres y de Los demonios y los días, y también con la poesía crepuscular y desencantada de Alí Chumacero, poetas en quienes vemos transitar a ese “ángel vagabundo que no tiene morada”.
Héctor Carreto