Mi adorada Mutti
Una historia de amor, dolor y triunfo
Si pudiésemos ver la magnitud real del universo que nos rodea, no tengo duda de que seríamos más humanos, ya que, en verdad, somos tan pequeños. Seríamos más empáticos con nuestros semejantes; más generosos, comprensivos, amables, pacientes y caritativos con los que piden ayuda, y con los que no la piden también. Este relato, con su apasionada historia de amor en tiempos de guerra, me ayudó a ser más sensible con los demás y más amorosa conmigo misma. Y, una vez terminada la historia, esperando el adiós de mis personajes ya libres de mi voluntad, regresa el pasado, junto con ellos, a mi corazón, en forma de luz. El pasado me suavizó y me hizo recordar, por vez infinita, la suerte que tengo de vivir en tiempos de libertad, donde puedo reflexionar a mi gusto. Puedo verlo sin miedo mientras me despido de él suavemente, distrayéndolo con la mirada fija en él mientras silenciosamente escurro las cadenas de mis muñecas. Una vez libre, puedo echarme a correr lejos de su larga capa llena de recuerdos, todo para, ¡ay!, encontrármelo a la vuelta de la esquina recargado plácidamente contra la barda, fumando un cigarrillo, mientras me espera con paciencia para volver a empezar.