Innovaciones en democracia directa
El funcionamiento de la democracia depende, en gran medida, de la ciudadanía y su capacidad para participar activamente en la vida pública, pues no solo debe limitarse a ejercer su derecho a votar y ser votado, sino a participar mediante las distintas modalidades de participación. Pero, ¿cómo se lleva dicha participación a la práctica? A través de los mecanismos de participación democrática directa y de participación política, esos que, en un plano terrenal permiten a la ciudadanía ejercer plenamente sus derechos políticos electorales.
Estas modalidades de participación también abonan al sistema político, permitiendo que existan los insumos necesarios para gestionar las demandas ciudadanas y, como bien lo recalca el autor, David Altman, esto no significa que el simple ejercicio de sufragar por
diferentes opciones o de emitir una opinión respecto a algún tema concreto se convierta en un modelo idílico ateniense y resuelva per se las problemáticas de una sociedad, por el contrario, es el comienzo de una serie de gestiones que materializarían la participación
ciudadana.