Reseña

En Sonidos tangibles se recogen diez textos donde podemos ver por ejemplo cómo la música ha ido encontrando numerosos códigos para comunicarse con nosotros desde el papel, de acuerdo con las necesidades musicales y estéticas de cada época; desde la notación mensural explicada por Bárbara Pérez e ilustrada con los ejemplos de la Colección Sánchez Garza; pasando por la notación más convencional y socorrida desde hace casi tres siglos, recogida en los álbumes de piezas instrumentales estudiados sistemáticamente por Yael Bitrán o en los cuadernos de apuntes de un compositor como Salvador Contreras, según nos relata Alejandra Hernández; hasta desembocar en la experimentación gráfica que fue capaz de regir y al mismo tiempo liberar la creatividad musical de Manuel Enríquez y sus contemporáneos como se lee en el texto de Iracema de Andrade. Además de la música, en todos estos documentos subyace un cúmulo de información acerca de la práctica musical de las diversas épocas estudiadas, así como de los actores que convivieron o conviven aún con ella.