Todas mis casas
Nací al sur de Tampico y tuve una niñez errante, del mar al desierto al mar, de casa en casa. Cuando me enamoré vivía en un departamento; desde ese balcón veía cómo mi amor se acercaba a pie por Paseo de la Reforma, con unas rosas robadas a Uruchurtu para mí. La nuestra fue una historia como
de cuento, pero sucedió de veras en la gran ciudad, de casa en casa, de alma en alma, la historia de una mexicana y un gringo, de una católica y un judío, cuyas diferencias no cercaron al amor que jamás terminó.