Pensar fuera de la escuela: filosofía en la ciudad
Este libro reúne la mayoría de las propuestas presentadas en el I Coloquio, internacional “Pensar fuera de la escuela: filosofía en la ciudad” organizadas en cinco bloques: “Claves para un recorrido”, “La ciudad: una escuela otra”, “Filosofía en la ciudad: topología de un proyecto”, “Formas periféricas de vivir la filosofía” y “Filosofando en tiempos de pandemia”.
Son numerosas las preguntas que nos animan a los interesados: ¿Por qué la filosofía, que nació en la calle, termina confinada en las aulas? ¿Qué factores han contribuido a su desaparición? ¿Qué posibilidades ofrece la ciudad a la educación y, específicamente, a la reflexión?” ¿La filosofía es un campo de estudio o una forma de habitar y cuestionar la vida? ¿Qué sentido tiene que los niños hagan filosofía? ¿Se puede identificar la deuda recíproca entre la filosofía y la ciudad? ¿Qué sucede cuando se lleva a las prisiones? ¿y cuando se trabaja con niños? Estas preguntas nos llevan a revisar la historia, pero también a preguntarnos quién tiene derecho a la ciudad, al espacio público, y cómo la educación no formal ha adquirido derecho de ciudadanía en el universo educativo.
Un tema de gran relevancia en este volumen, son los cafés filosóficos, una manera de llevar la reflexión filosófica al espacio público, para no iniciados. Sería un error pensar esta práctica como una transferencia de conocimientos, más bien busca estimular el pensamiento crítico en una práctica educativa y afectiva. Los cafés filosóficos no son “clases” en la calle, sino una práctica social organizada por una dimensión de antagonismo, que busca la horizontalidad.
Esta misma práctica, cuando se realiza con las infancias -la denominada filosofía con niños o para niños- adquiere nuevas características, pues los niños son los protagonistas, pero como todas las experiencias contenidas en este libro, se asumen como una práctica de la libertad.