Hechos reales de la Revolución
Séptimo tomo. Villa contra todo y contra todos. El fin del centauro
Gracias a su inteligencia y a su prodigiosa memoria, Calzadíaz conservó con precisión y detalle mucho de lo que le tocó observar en su juventud. Según sus propias palabras, no pudo sustraerse a la admiración que producía Villa cuando se le miraba de cerca.
Entre los recuerdos que le quedaron de sus años infantiles contaba que en una ocasión estaba parado en la puerta de su casa a donde Villa había ido a cenar, y que cuando éste se apeó del caballo, se dirigió a él, y mientras le revolvía el cabello con la mano derecha, le decía amigablemente y entre risas: “¿No te quieres unir a mi tropa?... la próxima vez que yo venga, quiero que tengas listas tus cosas porque te vas a ir conmigo”.
Calzadíaz fue un precursor de la entrevista, como fuente historiográfica. Podemos apostar a que ningún otro historiador de la Revolución tuvo la fortuna de entrevistar a tantos revolucionarios como lo hizo él. Y no sólo entrevistaba a los protagonistas del villismo, sino también a quienes habían militado en las otras corrientes: carrancistas y obregonistas. Leyendo los libros de Calzadíaz se rebela en cada página la vocación de un investigador natural que en ocasiones falló en lugares, en nombres, en fechas, pero a cambio de ello aportó muchos detalles de lo que él mismo vio, o del testimonio derivado de sus entrevistas.