Cuatro novelas ejemplares
Miguel de Cervantes Saavedra nació en Alcalá de Henares, España, en 1547. A lo largo de sus 69
años conoció diferentes vidas. Su juventud está plena de aventuras: exiliado en Italia, soldado en Nápoles y
Sicilia, cautivo largamente en Argel. En su madurez, ya en España, no encontró un trabajo digno y se
resignó a ser recaudador de impuestos, hasta que en su vejez logró una de las obras cumbre de la literatura
universal. Gozando de cierta tranquilidad y del reconocimiento a su trabajo creador, murió en Madrid en
1616.
Poeta y dramaturgo, Cervantes fue además el padre de la novela moderna. Luego de publicar La
Galatea, novela pastoril, hizo un silencio de veinte años hasta dar a las prensas la historia con la que es
mundialmente conocido: El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha (1605) y la Segunda parte del
ingenioso caballero don Quijote de la Mancha (1615), cuyo personaje central es el arquetipo universal del
idealismo. Entre una y otra edición del Quijote, escribió sus Novelas ejemplares. Luego de muerto, apareció
Los trabajos de Persiles y Segismunda, novela de corte bizantino.
Como nos dice José Luis Martínez Suárez en su prólogo a estas historias: "lector amigo, corre
despacio por estas palabras y vuelve a ellas cuantas veces quieras, que nosotros nos daremos por bien
servidos si tú te encuentras contigo mismo en estas páginas que son una muestra de la sin par aventura
literaria que vivió y legó a los siglos don Miguel de Cervantes Saavedra".