El arte es un gato
Al contemplar un cuadro, los visitantes de la exposición inclinan sus cabezas hacia un costado. es posible que mirándolo así todo quede claro. Sin duda, el problema es que el muro. La extraña selección de colores. El cuadro no es tal, sino un gato muy molesto de estar clavado ahí (ya se sabe que los felinos tienen carácter difícil). Los visitantes son paletas de hielo que se derriten sobre el piso del museo. La mujer que trapea pregunta de vez en cuando a su supervisora: "Señora, ¿esto es arte o lo tiro?".