Violeta Perú
Esta obra es considerada como un nuevo clásico de la literatura mexicana y su autor es ampliamente reconocido como uno de los más importantes protagonistas de la literatura mexicana actual.
Como el título de esta novela lo sugiere, Violeta-Perú es una ruta urbana, un viaje casi alucinante por el estómago de la urbe, la puesta en escena de un mapa tan íntimo como colectivo, tan personal como social: un autobús urbano que le da un sentido social, narrativo y político a la atmósfera opresiva, realista, de toda una generación “sacrificada” en el altar del autoritarismo gubernamental de exterminio selectivo del México de los años sesenta y setenta del siglo XX. Estamos ante una obra maestra del lenguaje que capta la expresión popular cotidiana de esos años mediante una técnica narrativa que aprovecha para sí lo mejor de la novela mexicana del siglo XX. Este recorrido urbano es también una evocación de nuestra memoria compartida; símbolos del ayer que ahora son recuerdos que buscan su sentido histórico, social y novelístico en el presente.
El gran escritor, también veracruzano, Juan Vicente Melo afirmó: “Violeta-Perú es un camino que transita de la orilla del sueño, y el personaje central, con boleto de 4ta. clase, ignora el sitio al que arribará”. En el prólogo de esta edición, el reconocido crítico literario Juan Antonio Masoliver Ródenas ha expresado: “Pocos libros representan con mayor fidelidad el México posterior a la matanza de Tlatelolco que Violeta-Perú […] De la generación del cincuenta, Ramos ha recogido la compleja y disciplinada estructura narrativa para crear diversos planos de la realidad presentes y a la vez huidizos, creando una dinámica textual que no se corresponde necesariamente con la dinámica argumental”.
Con la publicación de Violeta-Perú, el sello editorial de la Cámara de Diputados rinde homenaje a una novela que es ya un clásico de nuestra literatura y recupera para las y los lectores del presente, un libro fundamental para entender el cambio social y político en México.
Portada de Eduardo Bautista G.