Alguien que me nombre
Con el Fausto de Goethe como telón de fondo, Alguien que me nombre subvierte la estructura tradicional de las historias de amor, al tiempo que explora el precio oculto de los pactos y el poder de la imaginación cuando no hay explicaciones. Con una prosa sencilla sólo en apariencia, Sofía E. Mantilla crea una atmósfera enrarecida que, con iguales dosis de ansiedad y humor, empuja los límites de la realidad y conduce la novela hacia su inesperado final.