Reseña

Es indiscutible que en el cuerpo traemos inscrita la memoria, en cada palmo de piel, en cada gesto, en cada movimiento se revelan los siglos del quehacer humano. Nuestra corporalidad es leyenda, historia y mito; es un interactuar permanente con el entorno, con nosotros mismos, con todos, con la especie, con el origen, con el incierto devenir.
Entonces no sólo somos epígrafes portadores de un acontecer, sino que en el ineludible diálogo con el todo, con los otros, con nosotros mismos, devenimos en la trama que tejemos en común, desplegándose por todos los confines donde habita lo ordinario de la vida o se erigen los ámbitos de los sueños, de los deseos, de lo íntimo o lo sagrado.
Las ceremonias indígenas donde se danza nos muestran fehacientemente esa dimensión vital cuando lo mundano se reencuentra con lo eterno, con lo primigenio, con el legado ancestral que da sentido a la existencia. La danza multiplica, reitera, insiste con cada cuerpo, cual plegaria, el intercambio de dones, la promesa, el sacrificio, la petición, la ofrenda.
Danza de ts´akam son. Saber sagrado, título número 76 de la serie fonográfica del INAH, Testimonio Musical de México, ofrece un espléndido panorama desde una mirada antropológica de esta manifestación cultural propia del pueblo teenek de la Huasteca potosina; mirada que ha implicado no sólo la observación detallada, sino el análisis y el procedimiento a detalle y cuidadoso que capta trazos, desplazamientos y movimientos corporales acompasados de música y drama.
El autor al tomar como punto de partida los destacados estudios realizados en torno al tema que lo ocupa, no sólo contribuye a construir su propuesta metodológica, sino que también rinde tributo a los precursores de este tipo de estudios. En suma, este trabajo fonográfico nos recuerda que el estudio de las danzas tradicionales es ineludible en los análisis de la música, del canto, de las festividades, las ceremonias, la ritualidad, pero, sobre todo, que reivindica a los portadores de una ancestral tradición amerindia representada por el pueblo teenek.