Todas las poblazones recias están hacia la mar:
La ruta de Guzmán: de Culiacán a Nebame
El tema de esta obra es el análisis de los documentos más tempranos concernientes a la primera entrada de los colonizadores españoles en la región comprendida entre el norte del actual estado de Sinaloa y el sur del de Sonora, específicamente entre los cauces de los ríos Culiacán y Yaqui. Esta empresa de conquista, impulsada y liderada por Nuño Beltrán de Guzmán, tuvo un primer acercamiento a la región en 1531, a través de la exploración encomendada a Lope de Samaniego, misma que alcanzó la parte baja del ahora río Sinaloa, donde encontraron la provincia de Petatlán-Moretio. Sin embargo, en esta ocasión la empresa no fue más allá y regresaron a la provincia de Culiacán.
Pero el interés de Nuño por encontrar nuevas rutas hacia el norte en busca de regiones con abundantes riquezas que pudieran reportarle beneficios económicos y poder, lo llevaría a enviar de nuevo partidas de exploración hacia estas latitudes. Así, en 1533, pone a su sobrino Diego de Guzmán al frente de un nuevo grupo de avanzada. Este, partiendo de la provincia de Culiacán, trasciende el río Sinaloa y logra alcanzar la zona donde el río Yaqui abandona la sierra Madre Occidental, lugar donde se ubicaba la provincia de Nebame, la más septentrional que pudieron alcanzar en esta nueva entrada. Las Relaciones y documentos legales derivados de estas actividades, analizados en conjunto, nos permiten dilucidar numerosos aspectos del contexto histórico en el cual se desarrollaron.
A través de una nueva lectura de dichas fuentes documentales, se pretende obtener un conocimiento más detallado sobre algunos aspectos de este suceso histórico ocurrido entre 1531 y 1533. En primer lugar, identificar de manera pormenorizada la ruta seguida por los europeos en su tránsito desde la provincia de Culiacán, sita en la confluencia de los ríos Humaya y Tamazula que da origen al río Culiacán, y la provincia de Nebame, ubicada en la parte media-alta del río Yaqui. En segundo lugar, la identificación de la ruta permite ubicar de manera más precisa todos los pueblos y provincias mencionados en los relatos de los conquistadores, obteniendo con ello un panorama político-geográfico más puntual para la región. Derivado de lo anterior, puede comprenderse mejor el proceso de conquista y colonización de la región y las implicaciones que esto tendría en las décadas posteriores. Por último, lo anterior nos permite sentar las bases para un estudio mejor sustentado de las relaciones socio-culturales entre los habitantes originarios justo antes de la incursión de los españoles.
Se pretende, así, proponer una nueva mirada sobre la región que posteriormente sería llamada Provincia de Cinaloa, al momento de que los primeros conquistadores hollaron sus territorios e impactaron sus modos de vida, su cosmovisión y, en última instancia, su existencia misma.