Reseña

Este encuentro de cronistas e historiadores de los estados del Noreste Mexicano, y de la Ciudad de San Antonio, Texas, tiene por objetivo estudiar los hechos más relevantes de la Revolución Mexicana en esta región del mundo.
Hablo en esos términos porque la forma moderna de estudiar la historia es cotejando los fenómenos similares, coetáneos o no, con una visión global.
Esto permite comparar en este caso a La Revolución Mexicana de 1910-1917 con otras, en diversas latitudes y épocas, confrontando orígenes, circunstancias y resultados.
Así podemos ver que, como pocas, la Revolución Mexicana no concluyó en un simple cambio de personas en el gobierno, en la dictadura de un solo hombre, o en una tragedia de los derechos humanos.
La Revolución Mexicana fue una de las pocas revoluciones que trajeron beneficios para toda la sociedad. Veamos otras:
La Revolución Gloriosa de Inglaterra en 1688, en la que los terratenientes y burgueses se alzaron contra el Rey Jacobo I; sólo trajo ventajas para los alzados; pues los comunes y esclavos siguieron igual. Hasta la fecha, la Cámara de los Lores –equivalente al Senado- es accesible sólo para los miembros de la nobleza británica.
La Revolución Francesa de 1789 fue seguida de la segunda Revolución Francesa de 1795, varias etapas más y cinco formas de República, hasta 1946, cuando borraron todos sus sistemas discriminatorios coloniales.
La Guerra Civil Estadounidense de 1861, si bien concluyó con la abolición de la esclavitud, fue hasta 1964 cuando se promulgó la Ley de Derechos Civiles que eliminó las limitaciones electorales y prácticas discriminatorias contra las minorías.
La Revolución Rusa de 1917 (coetánea) terminó en un régimen que llevó a su pueblo a las hambrunas y a una absoluta falta de libertad, y que finó en 1991.
Y así por el estilo, las revoluciones: china, cubana, nicaragüense, vietnamita y otras, terminaron en dictaduras.
La Revolución Mexicana está plagada de héroes y antihéroes, mismos que también lucharon desde sus diferentes trincheras en batallas, acuerdos, y negociaciones, haciendo aportaciones que terminaron construyendo una Constitución Política que nos ha permitido acceder a la paz y la estabilidad.
Nuestra Revolución modificó y modernizó a México convirtiéndolo en una Nación con características sociales y derechos ciudadanos del primer orden, y posicionada en el lugar número 14 de las economías del planeta.
La Gesta Revolucionaria forjó una nueva sociedad, más consciente de la realidad y urgiendo la necesidad de erradicar las lacerantes desigualdades y encontrar oportunidades para todos.
La participación fue plural, y dentro de la violencia propia de los movimientos armados, se escribieron capítulos de heroicidad y de sus antípodas, de traición, para llegar al poder.
Ciertamente nuestra Constitución no es garantía absoluta de que vivamos en paz, o de que se haya erradicado totalmente la desigualdad, pero tenemos el mejor marco de referencia, pues no es lo mismo: exigir que se cumplan sus postulados a pedir que se inventen derechos ciudadanos.
Esta región geográfica, unida por antecedentes históricos, aspectos genéticos y retos comunes, aportó grandes valores al fenómeno social que ahora estudiamos y conmemoramos.