Reseña

Germaine Necker, mejor conocida como Madame de Staël, es uno de los más fascinantes personajes del crepúsculo del siglo XVIII, una celebridad en su día que cayó en un relativo olvido durante muchos años y apenas recientemente se ha visto reivindicada.
Madame de Staël es la primera mujer realmente moderna, hija de la Ilustración y abuela del romanticismo; de fuerte personalidad y sólidas convicciones. Ganó notoriedad universal en su tiempo por sus novelas y sus ensayos sobre temas históricos, filosóficos, políticos y literarios, así como por sus afamados salones literarios en París y en Ginebra, denominados, por su importancia, los Estados Generales de Europa. Especialmente trascendente fue el salón de Ginebra, en el castillo de Coppet, donde reunió figuras intelectuales de primera magnitud, venidas de toda Europa: el Grupo o Círculo de Coppet.
Nacida en cuna de oro, Germaine gozó de una formación intelectual privilegiada, al lado de los enciclopedistas Diderot, Condorcet, Helvetius y Rousseau como sus preceptores, entre otros intelectuales, además de su padre, Jacques Necker, quien la adentró en las artes del gobierno y en los vericuetos de la política de su tiempo.
Como republicana convencida, enfrentó a Napoleón y contribuyó a su derrota. Defendió fervientemente, hasta su postrer aliento, la libertad personal, los derechos civiles y políticos, la dignidad de los seres humanos, el derecho de la mujer a la igualdad y la necesidad de una opinión pública democrática y bien informada.
El libro que el lector tiene en sus manos invita a revivir el deslumbrante mundo de una de las más famosas escritoras del orbe en los inicios del mundo moderno, y a adentrarse en la lectura de sus obras mayores, que continúan siendo vigorosas e inspiradoras, sobre todo sus reflexiones políticas y filosóficas.