Reseña

No siempre es fácil encontrar a la persona con la capacidad de blandir el pincel y la pluma con sobrada maestría, para dar vida al entramado de un lienzo o estampar el sentimiento en papel. Colores y palabras, sentimientos y visiones; quien conoce a Fernando Ávila Prado, el pintor, poeta, historiador, músico, políglota entre tantas facetas, pero sobre todo al amigo, al hermano, al gran ser humano, entiende el significado de poder materializar en arte el espíritu.
Raíz de España retrata el trozo de juglar escondido en este hombre de singular aspecto quijotesco. Gracia y donaire, gallardía y temple. Para los que disfrutan de la poesía, para los que solo admiten su rigor en la rima, aliteración, asonancia y consonancia; para los que se beben sin remilgos las estrofas y versos, para los que simplemente nutren el alma con la belleza de un poema, aquí queda para siempre un testimonio de lo que no deberíamos de soslayar como mexicanos: nuestro hispanismo.
Edgardo Arredondo