Dogma y ritual de alta magia
Actualmente es una referencia obligada el texto de este destacado autor de la alta magia y las artes oscuras. No hay invocación diabólica en que no sea mencionada esta obra. Al fin a manos del lector aficionado a la alta magia puede tener en sus manos la explicación para la ejecución de estos antiguos rituales recopilados y ejecutados durante momentos oscuros de la humanidad.
Los iniciados en esta ciencia eran estigmatizados por su forma de manejar el lenguaje y por sus refinados gustos y costumbres. Corrían los extraños relatos contados en voz baja y disimuladamente sobre sus esposas que se trasformaban en lechuzas o de sus hijos que desaparecían en las extrañas circunstancias como sangrientas orgías y abominables festines. Se decía que cuando el mago o ejecutante de estos pensamientos ocultos pasaba por una población esta sufría extraños eventos como por sequias o extrañas enfermedades incurables que eliminaban a la población. Pero no fue sino hasta el siglo XVIII que era costumbre reírse, a la vez, de los cristianos y de la magia, burlándose de las misas de Juan Crisóstomo y los prestigios de Cagliostro.