La diplomacia
Henry Kissinger explora profundamente el papel de los hombres de Estado en tanto individuos con una visión clara del interés nacional, capaces de promoverlo en un contexto internacional adecuado y de procurar ciertos niveles de estabilidad. El autor sitúa la participación de los diplomáticos por encima de aspectos relacionados con la estructura económica o los movimientos sociales. Desde este enfoque analiza a personalidades como Richelieu, Napoleón III, Bismarck y Stresemann e incluye su propia experiencia como secretario de Estado del presidente Richard Nixon. Estudioso de la historia diplomática europea y de los conceptos clave sobre los que se ha estructurado, Kissinger utiliza su conocimiento del pasado para comprender la política exterior estadunidense del siglo XX. Así, explica la mezcla de mesianismo, moralismo y pragmatismo que está detrás de la convicción originaria de los Estados Unidos de ser “faro” de la democracia y la libertad en el mundo, al tiempo que investiga de qué manera esta creencia ha convivido con el concepto tradicional de equilibrio en las relaciones internacionales, a partir del resurgimiento de los nacionalismos y las nuevas necesidades geopolíticas del mercado. Escrita hacia finales del siglo XX, esta obra aborda la acción diplomática entre las grandes potencias y ofrece las predicciones del autor para el siglo XXI con respecto a la existencia de al menos seis potencias mundiales: Estados Unidos, Europa, China, Japón, Rusia y la India. Corresponde a los lectores comparar el pronóstico de Kissinger con la realidad y verificar si las estrategias sugeridas para reorientar la diplomacia estadunidense tienen cabida en el mundo actual.