Desde otro lugar
Este libro surge de mi intención de compartir algunas experiencias vividas en el espacio más íntimo: mi relación con Dios.
Quiero invitar a los jóvenes y especialmente a los niños a encontrarse con ese Dios amoroso, divertido, estético, energizante, incondicional y personal que yo amo tanto.
Me encantaría mostrarles un Dios distinto del Dios punitivo, aburrido y prescriptivo tan famoso en algunos espacios de la espiritualidad. Me entusiasma poder mostrarles de lo que se están perdiendo si no responden a su invitación, porque Dios siempre toma la iniciativa, solo hay que guardar silencio y escucharlo.
Además, quiero que este libro sea una invitación para que los adultos nos hagamos responsables de nuestros adolescentes y niños, porque ellos son nuestra posibilidad de mejorar y crecer con un corazón repleto de esperanza y compasión. Ellos deben ser nuestra apuesta.