Bestiarios. Silva de varia invención
El título "Bestiarios" pretende aludir a toda esa genelogía que, a lo largo de su presencia en la Tierra, el ser humano ha concebido como un extremo de lo que él mismo es: la bestia que medra en su sino más íntimo. David Hume (apunte de Luis Villoro) afirmaba que todo acto de ficción partía, necesariamente, de lo ya conocido por hombre o mujer, por mayor que fuera su extravagancia. La bestia es, pues, un extremo de la realidad conocida, y es en esos extremos donde los autores del presente libro pretenden hincar el diente. El subtítulo, quizás más enigmático, es (en principio) producto de dos imaginarios. Jorge Luis Borges concibe un “bestiario” al que denominó "El libro de los seres imaginarios, silva de varia lección". El subtítulo, alude a una miscelánea enciclopédica publicada por Pedro Mexía en el siglo xvi. Por su lado, Juan José Arreola publica hacia 1949 Varia invención. De modo que "Bestiarios. Silva de varia invención" es, una variada miscelánea de diversos oficios imaginarios y estéticos alrededor de la bestia.