Frontera armada
Prácticas militares en el noreste histórico, siglos XVII al XIX
En códices tan diversos y aparentemente lejanos entre sí, como el Lienzo de Tlaxcala —que retrata la destrucción del Imperio mexica y otros sucesos de la conquista de México durante el siglo XVI— y el Códice Segesser II —pintado por indígenas de Nuevo México alrededor de 1720 bajo dirección franciscana—, sobresalen dos aspectos por su impresionante correspondencia: la indumentaria de los conquistadores y lo que parece ser un sistema de alianzas entre españoles e indígenas. Tanto el atavío como el sistema de alianzas caracterizaron, también, a las fronteras de la Iberia medieval. El autor sostiene que la organización militar en la frontera noreste de Nueva España, después México independiente, conservó un carácter eminentemente ibérico-medieval desde que los españoles arribaron en el siglo XVII hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XIX. Cuatro poblaciones, dos en Texas y dos en el noreste de México, constituyen la muestra y el eje de su análisis: a través de ellas se expone cómo la herencia bélica medieval sobrevivió a pesar de los intentos de las autoridades metropolitanas coloniales de imponer modelos más “modernos”, aportando así a la explicación de cómo los antecedentes formativos de los colonos europeos —ingleses y españoles— en Norteamérica contribuyeron a delinear la formación cultural del subcontinente.