Aprendiendo filosofía en el siglo XXI
Este libro pretende apoyar el trabajo que realizan todos los profesores
que se dedican a impartir cursos de filosofía en preparatorias y universidades. El apoyo consiste en someter a su consideración algunas estrategias para recuperar el sentido de la experiencia filosófica. Extrañeza, perplejidad, asombro, cuestionamiento, quizá una forma de emancipación, de despertar, con cierta urgencia que borda en el desesperar, todas estas expresiones que acompañan a la descripción de la experiencia filosófica, ¿cómo anclar esto en el aula? ¿Cómo construir algo con sentido a partir de ahí? Ese es el reto: que no se quede rezagada la filosofía, que pueda dar una respuesta a las necesidades espirituales del presente. En esta época de ratings e indicadores, es común representar todo este fenómeno con una agujita inquieta y muy caprichosa que se mueve de la aversión a la fascinación. Por su parte, la filosofía, ciencia de las distancias, va de la participación al ensimismamiento. Se somete este libro al juicio de sus lectores, con buen ánimo y con una inclinación a estar en donde suceden las cosas.